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lunes, 1 de noviembre de 2010

EL LEVIATÁN


En este texto Hobbes expone la condición humana en su puro estado natural, con anterioridad a la fundación del Estado civil. El punto de vista adoptado por Hobbes es empirista y fenomenológico, es decir se basa únicamente en la observación de la conducta humana, sin tener en cuenta ninguna consideración previa de carácter metafísico o religioso.

En el primer párrafo afirma la igualdad natural de todos los seres humanos. Esta igualdad se observa por el hecho de que todos quieren y desean las mismas cosas y los mismos beneficios. Si hay alguna diferencia entre los seres humanos, se debe más bien al aprendizaje, al conocimiento y a la experiencia de cada individuo, que no a la naturaleza.

Seguidamente Hobbes argumenta esta igualdad recurriendo a un dato empírico observable en cualquier lugar y época: la discordia y la enemistad entre los seres humanos, al pretender la posesión de los mismos bienes, de aquello que sólo puede pertenecer a uno. El afán de propiedad y posesión lleva a la guerra.

La tercera idea que podemos destacar en este mismo párrafo, es el egoísmo, como móvil fundamental de las acciones humanas: "Si dos hombres desean una cosa que no pueden ambos gozar, devienen enemigos en su camino hacia su fin (que es principalmente su propia conservación, y a veces sólo su delectación) se esfuerzan mutuamente en destruirse o subyugarse".

En cuarto lugar, Hobbes expone la consecuencia social que lleva al estado natural de guerra. La naturaleza humana, es profundamente egoísta y sus motivaciones son la supervivencia y el placer, que le hacen desconfiar de sus semejantes, y le producen un sentimiento generalizado de inseguridad. La única salida de esa inseguridad, es la anticipación y el dominio sobre los demás. Ésta es una idea muy interesante que será desarrollada posteriormente en la actualidad por obra de Sigmund Freud. Las pasiones de temor e inseguridad hacen que el ser humano desarrolle su inteligencia y poder; la razón evoluciona como justificación del instinto de conservación y de poder sobre el resto de los hombres.

Finalmente, en el último párrafo saca la conclusión de todo lo anteriormente expuesto: la condición del ser humano en estado natural, es de guerra de todos contra todos. No quiere decir Hobbes que los seres humanos estén constantemente peleando día y noche, sino que viven en un tiempo de absoluta desconfianza y enemistad de unos contra otros, "todo hombre es enemigo de todo hombre", el hombre es un lobo para el hombre. En este tiempo, sólo tienen la seguridad que les da su propia fuerza e inventiva. Tampoco hay ley, y por tanto no se puede hablar de justicia o de injusticia. La fuerza y el fraude o la astucia, son en este estado de guerra las únicas virtudes humanas y sociales.

En resumen, la condición natural del ser humano es el egoísmo y el afán de supervivencia que le lleva a la enemistad y enfrentamiento por la posesión de los bienes que considera necesarios para su bienestar. Este estado de guerra, hace que se desarrolle su inteligencia como reafirmación de supervivencia y deseo de poder.

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